Me llamó el Paiche y no estaba en mi casa. Culpo a mis aires intelectualones socialistones que me hicieron ir a la Feria del Libro justo a esas horas, cuando el Paiche, desde fronteras lejanas, digitó mi número.
Hermano, con Mario, no hay día en que no dejemos de preguntarnos: ¿Hay noticias del Paiche? La pregunta resulta un híbrido de melancolía y esperanza. Añoranza por una paichedependencia que ya se siente... Y es que parece que mi "proyecto" se vino abajo...De todas maneras, vamos a ver qué sucede..
Mientras, Mario come su frejol colado, yo un suculento ají de gallina: !!ay pero que sablosoooo!!
Cuidate broder... saludos a Mila...Karim vaya que la extraña...
jueves, 11 de diciembre de 2008
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